No existe un tipo diferente de zapatos para embarazadas. Los confortables zapatos de Clarks, las botas de Mustang, unas sandalias de Café Noir, unas zapatillas de caño alto de Converse All Star o unas deportivas de Adidas son cinco estilos completamente diferentes de calzado premamá. Para elegir bien lo que necesitas tus pies durante los nueve meses de la gestación sólo tienes que seguir unos sencillos consejos que ahora te explicamos.
Zapatos, botas y sandalias sin tacones: Independientemente de la marca o diseñador que te guste deberías escoger un calzado en el que el talón del pie queda aproximadamente a la altura de los dedos. Al contrario de lo que creen muchas mujeres, no tiene nada que ver con el equilibrio o la estabilidad. Así que fuera los tacones de aguja y también los altos. Cuanto más plana sea la superficie de apoyo del pie, mejor. Más lo agradecerá tu espalda, ya que al elevar el talón haces que las vértebras inferiores de la columna tengan que soportar más presión. ¿Te has fijado alguna vez cómo la espalda de las mujeres embarazadas durante los últimos meses tiende a hundirse en la zona baja? Esa curvatura se llama lordosis. Su incremento es parte del proceso de embarazo. Es natural, pero si se exagera puede producir molestias y el calzado con tacones es una de las causas de ello. Al andar con unas sandalias planas, unas bailarinas, unos zapatos crepper o incluso unas plataformas en las que todo el pie quede a la misma altura, la espalda estará más relajada todo el día.
Ante todo comodidad: Al final del embarazo es normal que hayas ganado de 8 a 15 kilos más de peso, por lo que pies y piernas tienen que soportar una cantidad de peso extra. Si tienes un calzado acolchado y cómodo, notarás menos el incremento de la presión. Durante los últimos meses además son muy útiles los modelos que no lleven correas, ni cordones, que puedas ponértelos con suma facilidad sola, e incluso sin las manos. Con la superbarriga que tendrás no va a ser fácil llegar a tus pies. Para la temporada de primavera verano una buena compra pueden ser unas albarcas o zapatillas de tipo bailarina. En la tienda Menorkina tienes una colección muy amplia, con colores para todos los gustos, incluyendo tonos metalizados.
Una talla más en el calzado premamá: otra cosa que se ha observado es que en muchas mujeres los pies tienden a aumentar ligeramente de tamaño. Las causas son múltiples, y en parte es por el estancamiento de los líquidos, por lo que te irá muy bien poner los pies hacia el cielo un tiempo. Pero incluso así puede ser que percibas que algún par de zapatos te aprieta. Es un buen momento para comprarte nuevo calzado de una talla más, que además combine bien con tu nueva ropa de premamá. Una buena opción es que el calzado sea abierto y/o regulable como algunas sandalias y deportivas, porque así te servirá una vez finalice el embarazo. Con todas estas ideas, seguro que realizas una buena compra.
Zapatos, botas y sandalias sin tacones: Independientemente de la marca o diseñador que te guste deberías escoger un calzado en el que el talón del pie queda aproximadamente a la altura de los dedos. Al contrario de lo que creen muchas mujeres, no tiene nada que ver con el equilibrio o la estabilidad. Así que fuera los tacones de aguja y también los altos. Cuanto más plana sea la superficie de apoyo del pie, mejor. Más lo agradecerá tu espalda, ya que al elevar el talón haces que las vértebras inferiores de la columna tengan que soportar más presión. ¿Te has fijado alguna vez cómo la espalda de las mujeres embarazadas durante los últimos meses tiende a hundirse en la zona baja? Esa curvatura se llama lordosis. Su incremento es parte del proceso de embarazo. Es natural, pero si se exagera puede producir molestias y el calzado con tacones es una de las causas de ello. Al andar con unas sandalias planas, unas bailarinas, unos zapatos crepper o incluso unas plataformas en las que todo el pie quede a la misma altura, la espalda estará más relajada todo el día.
Ante todo comodidad: Al final del embarazo es normal que hayas ganado de 8 a 15 kilos más de peso, por lo que pies y piernas tienen que soportar una cantidad de peso extra. Si tienes un calzado acolchado y cómodo, notarás menos el incremento de la presión. Durante los últimos meses además son muy útiles los modelos que no lleven correas, ni cordones, que puedas ponértelos con suma facilidad sola, e incluso sin las manos. Con la superbarriga que tendrás no va a ser fácil llegar a tus pies. Para la temporada de primavera verano una buena compra pueden ser unas albarcas o zapatillas de tipo bailarina. En la tienda Menorkina tienes una colección muy amplia, con colores para todos los gustos, incluyendo tonos metalizados.
Una talla más en el calzado premamá: otra cosa que se ha observado es que en muchas mujeres los pies tienden a aumentar ligeramente de tamaño. Las causas son múltiples, y en parte es por el estancamiento de los líquidos, por lo que te irá muy bien poner los pies hacia el cielo un tiempo. Pero incluso así puede ser que percibas que algún par de zapatos te aprieta. Es un buen momento para comprarte nuevo calzado de una talla más, que además combine bien con tu nueva ropa de premamá. Una buena opción es que el calzado sea abierto y/o regulable como algunas sandalias y deportivas, porque así te servirá una vez finalice el embarazo. Con todas estas ideas, seguro que realizas una buena compra.
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